Con menos de 24 horas para la gran final del Festival de Eurovisión 2025 en Basilea, las casas de apuestas han consolidado sus pronósticos en una carrera marcada por la hegemonía nórdica, la sorprendente resiliencia de Israel y el ascenso constante de España. Suecia mantiene su dominio absoluto, mientras el panorama mediterráneo lucha por posicionarse en un escenario musical cada vez más politizado.
Liderazgo escandinavo en las apuestas de Eurovisión 2025: entre el pop y el metal
Suecia consolida su favoritismo con KAJ y Bara bada bastu, tema que acumula un 52% de probabilidades de alzarse con el televoto según el análisis combinado de 15 bookmakers. La propuesta, una fusión de synth-pop ochentero con coros en sueco, ha capturado la imaginación europea mediante su coreografía retro y el carisma desenfadado de sus integrantes.
No le va a la zaga Austria, cuyo representante JJ y su balada Wasted Love ocupan el segundo puesto en las apuestas (3% de opciones para ganar el televoto). El piano flotante sobre un lago virtual durante su actuación en la segunda semifinal se ha convertido en uno de los moments más replicados en redes sociales, factor que los algoritmos de predicción consideran determinante.
La gran sorpresa llega de Finlandia, donde Erika Vikman y su Ich komme han escalado hasta el cuarto lugar general (4% en televoto). El metal industrial de la artista, acompañado por una puesta en escena con referencias a Mad Max, ha roto los estereotipos eurovisivos tradicionales. Su cuota de 4/1 la posiciona como outsider de alto riesgo y recompensa.
Israel: la apuesta geopolítica
Pese a las protestas y el escándalo por su participación, Israel mantiene una posición sólida en las apuestas. Yuval Raphael y New Day Will Rise ostentan el 15% de probabilidades para ganar el televoto, segundo puesto global tras Suecia. Los analistas atribuyen esta resiliencia al voto de la diáspora judía europea y a la estrategia de la UER de atenuar los abucheos durante las retransmisiones oficiales.
España: Melody escala posiciones
La sevillana Melody ha logrado el ascenso más notable en las últimas 72 horas. De ocupar el penúltimo puesto en abril, Esa diva se sitúa ahora en la 14ª posición de las apuestas globales. Su actuación en la primera semifinal, donde combinó un inicio intimista con pirotecnia final y el lanzamiento del micrófono como elemento coreográfico, generó un incremento del 17% en las apuestas nacionales.
Los expertos destacan dos factores clave: la conexión emocional con el público presente en el St. Jakobshalle (evidente en los vídeos virales del coreo masivo) y la estrategia de marketing basada en spoilers controlados de su vestuario final, que se revelará este sábado. Pese a ello, las cuotas de 350/1 reflejan el escepticismo internacional ante las baladas en español en un año dominado por propuestas en inglés.
Riesgo de última posición en las apuestas de Eurovisión 2025: el Brexit musical
En el extremo opuesto de la tabla, Reino Unido encabeza las apuestas para ocupar el último puesto con Remember Monday y What The Hell Just Happened? (cuotas de 120/1). La crítica ha tachado su propuesta de glam trasnochado en contraste con la modernidad de otros participantes.
Le siguen en este dudoso ranking Noruega, representada por el malagueño Kyle Alessandro con Lighter (110/1), e Islandia, cuyo dúo VÆB y su RÓA acumulan un 10% de probabilidades de cerrar la tabla. Los analistas señalan que ambos temas comparten un exceso de camp visual que podría alienar al jurado profesional.
Conclusión: entre notas y protestas
La recta final hacia Eurovisión 2025 pinta un escenario bifurcado: Suecia aparece como vencedora natural en un año sin canciones catchy masivas, mientras Israel libra su batalla por la legitimación cultural. España, por su parte, afronta la final como oportunidad para resetear su imagen tras una década de resultados discretos. Con 26 países compitiendo y las heridas geopolíticas aún abiertas, Basilea prepara el escenario para una noche histórica donde la música y la diplomacia chocarán en cada acorde.
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